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Obituario - Dr. Juan Antonio Becerra Suárez

Autor: Manuel Roberto Palacios P. MD
Miembro de la Sociedad de Cirugía de Bogotá, Hospital de San José
Secretario General de la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud


Dr Juan Antonio Becerra

Para quienes conocimos y tuvimos la fortuna de compartir con él experiencias de nuestra especialidad y conversaciones muy agradables sobre diferentes tópicos, la noticia de su fallecimiento nos causó gran sorpresa y dolor, porque nunca imaginamos que se fuera a truncar su vida en la etapa aun productiva. Formaron su grupo familiar sus padres don Gustavo Becerra y doña Blanca Suarez, quienes además de Juan Antonio nacido el 4 de febrero de 1952, tuvieron cuatro hijos más, María Teresa, Gustavo, Marcela y Liliana. Juan Antonio contrajo matrimonio con Yolanda Urrego el 9 de diciembre de 1977 y de esta unión nacieron Camila, administradora de empresas y Rodrigo médico deportólogo. Juan Antonio cursó los estudios secundarios en el Gimnasio Moderno, graduándose en 1969 para luego ingresar a la facultad de medicina del Colegio Mayor del Rosario, obteniendo su grado en 1977. Su inclinación hacia la neurocirugía la tuvo desde los últimos años de su carrera iniciando su especialidad en el servicio de nuestro hospital en 1977 y obteniendo su título como neurocirujano el 31 de julio de 1981.

Su preparación clínica y su habilidad quirúrgica le permitieron durante su ejercicio profesional hasta los días previos a su fallecimiento, trasegar con el mayor éxito por todas y las más variadas patologías neuroquirúrgicas. Fue miembro activo de la Asociación Colombiana de Neurocirugía desde 1985.

Además de sus excelentes dotes como médico y como caballero a carta cabal, contó con la amistad y admiración no únicamente de los miembros del servicio y del personal del hospital, sino de sus estudiantes, de sus residentes y fundamentalmente de sus pacientes. Su interés por adquirir nuevos conocimientos lo llevaron a especializarse en ética médica (1998), en docencia universitaria (1999) y en bioética médica, obteniendo este título de la Universidad Javeriana en el año 2005. En ese año hizo un curso sobre patología de la base de cráneo en la universidad de Cornell.

Su trayectoria curricular tuvo inicio como instructor asociado en neurocirugía de la facultad de medicina del Rosario en 1991, para luego ser nombrado en la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud como profesor asistente en 1997, asociado en 2001, llegando a profesor titular en 2004 dictando catedra en neurocirugía y en instrumentación quirúrgica. Perteneció al grupo de Bioética de la FUCS, siendo un valioso integrante de ella y del grupo de dolor, iniciado por los miembros del servicio y de varios servicios afines, promovido por el doctor John Jairo Hernández Castro, siendo la base para la creación de grupos de dolor de otras instituciones.

Otra de sus facetas como clínico fue el interés por la epilepsia, tanto para el tratamiento médico como quirúrgico. Hizo esta consulta especializada desde su vinculación a la Liga Central contra la Epilepsia desde 1983 y durante esos 35 años fue miembro de la Junta directiva de la Liga. Actuó como jefe del servicio de neurocirugía del Hospital de San José entre octubre de 1992 y marzo de 2013, continuando como neurocirujano adscrito con su actividad quirúrgica y su dedicación a la docencia y a la asistencia. Fue autor principal o coautor de 21 trabajos de la especialidad y en varios sobre epilepsia desarrollados en la Liga.

Perteneció a 13 sociedades científicas, entre ellas a la Asociación Colombiana de Neurocirugía, la Liga Colombiana contra la Epilepsia, Liga Internacional contra la Epilepsia y a la World Federation of Neurosurgeons, en todas como miembro de número. Además a la Asociación Colombiana para el estudio del Dolor (ACED), a la Asociación Internacional para estudios Bioéticos como miembro activo, a la Felaibe (estudios Bioéticos), a la Cenalbe (para el estudio de la Bioética) y Analbe (Asociación Colombiana de Bioética) en todas como miembro activo.

Nos deja Juan Antonio un gran vacío; nos perderemos de sus charlas amenas sobre diversos temas, de su compromiso con la institución, con sus compañeros y sus amigos y con la disposición para con sus pacientes, siempre haciendo lo mejor para ellos. Para Yolanda, Camila y Rodrigo y para los demás familiares, nuestro sentimiento de consideración y aprecio. Juan Antonio perdurará en nuestra memoria y será ejemplo para estas y futuras generaciones.

Dios lo tenga en su gloria.


 

Manuel Roberto Palacios P. MD
Volumen 27 N°3

Fecha última actualización: 14/11/2018

HISTORIA